Bueno, de antemano no espero que me crean porque es difícil de creer porque hasta a mí me costo muchooooooo aceptar estas cosas, así que pues solo les platicare lo que me sucedió hace unos años, ok.
No recuerdo el año, pero fue en el rancho de mi abuelo en el estado de Morelos, en un pequeño poblado muy lindo por cierto, pero que guarda muchas leyendas, cosa que a mi en lo personal me causaba mucha risa, sencillamente no creía en esas cosas.
En este pequeño pueblecito yo iba a pasar mis vacaciones con mis amigos y mi hermano, ya que pues muchas veces mis amigos no contaban con los recursos económicos quizás para salir a vacacionar y pues nos íbamos al rancho de mi abuelo, donde siempre hay lugar para muchas personas y hay mucha diversión. Así que pues nos organizábamos y nos íbamos.
Recuerdo muy bien, que en esa ocasión, nos habían acompañado dos de mis primas y su horrenda amiga, que son personas totalmente desagradables y persinadas , ese tipo de niñas que se hacen las santas y son una zorras (lo siento son de mi familia, pero es una realidad) jajaja creo que en algunas familias suele suceder jajaja, pero bueno, mis amigos, mi hermano y yo digamos que somos “extremos” nos gusta el peligro, la aventura y todas esas cosas que hacen que saques la adrenalina y pues somos muy prácticos, no mucho equipaje, ropa cómoda y muy unidos., no recuerdo bien mi edad pero debí tener como 17 a 20 años, jajaja y mis primas y su amiga todo lo contrario, mucho equipaje, cosas complicadas y hasta la fecha no se porque fueron con nosotros jajaja y recuerdo y meda un coraje todavía jajaja.
En fin, esa ocasión, recuerdo que llegamos y había un viejito, un señor ya grande que ayudaba en el rancho y cuando bajamos de la camioneta nos dijo a todos que “no era un buen día, que algo malo iba a pasar” y pues nosotros jóvenes e ilusos nos reímos y sinceramente le dimos el avión, no le hicimos caso.
Al otro día por la mañana cuando íbamos a desayunar, entre risas y música de Nirvana, entro un murciélago en la sala donde nos encontrábamos cosa que armo tremendo relajo porque a mi me encantan los murciélagos y pues tener uno tan cerca pues era genial¡¡ y mis amigos lo querían agarrar y entre saltos, escobazos y los gritos de terror de mis primas pues era el caos, pero a mi abuelo nunca le importo el secándolo, el siempre nos dice que mientras haya esas risas y alegría en la casa todo esta bien, así que mi abuelo nunca nos decía nada, pero algo entro a romper esa armonía por segundos, y era la presencia de ese viejecito que ayudaba en el rancho que con su voz alarmada nos decía “algo muy malo va a pasar” , lógicamente todos nos volteamos a ver y a reír, en verdad nos causaba gracia lo que nos decía, pero nunca le hicimos caso y el murciélago se fue.
Nosotros nos fuimos a nadar todo el día y regresamos ya por la tarde noche, y pues ya como a las 10 o 11 de la noche estábamos sentados en la calle como se acostumbra en el pueblo, recuerdo que mi madre y mi abuela estaban también, y pues nosotros aburridos por que ya a esas horas pues no había nada que hacer haya, y recuerdo que empezamos a decirnos entre nosotros que hacemos, que hacemos?? No se quien dijo ¡Vamos al panteón! E inmediatamente todos nos pusimos de pie y dijimos vamos¡¡ Mi madre y mi abuela nos dijeron “no vayan, a que van” pero como ellas ya se iban a casa de una de mis tías , pues nos valió y nos fuimos, claro¡¡ No sin antes encontrarnos con el viejito que ayudaba en el rancho y que no recuerdo su nombre por cierto, que nos dijo claramente “muchachos, no vayan, los va a garran la hora mala, no vayan” y claro, nosotros si claro, “la hora mala” jajaja (LA HORA MALA, así le llaman en Morelos, a ese lapso de tiempo entre las 12 y 1 de la mañana que según dicen es la hora en que los demonios, las almas y todas esas cosas extrañas salen a las calles hacer el mal) .
Nosotros éramos como 10 amigos que íbamos sin saber a que íbamos en realidad, no teníamos una razón, algo lógico a que ir, porque solo dijimos vamos y vamos pero no había una razón o un motivo.
Las calles del pueblitos son empedradas y no son calles planas si no que son de esas calles largas pero con subidas y bajadas, así que pues ahí íbamos entre risas, humo de cigarro y bromas caminando en esas calles cuando de repente a un lado de mi primo Enrique y mío nos saludo un señor, alto (y lo recordamos bien porque por lo general la gente de haya es de estatura media y pues yo que soy la más bajita mido 1.74 y mi primo mide 1.92 y ese señor estaba más o menos de nuestra altura) un campesino vestido de manta y con sombrero como muchos que hay en el pueblo y nos dijo “buenas noches muchachos a donde van” nosotros de dijimos que íbamos al panteón y el nos dijo que fuéramos a una tumba en especial, nos dio un nombre que les juro que no recuerdo el nombre, pero si nos dio la ubicación donde estaba y el nombre de la persona, era la tumba de un señor, pero la verdad no recuerdo.
Llegamos al panteón y cuando volteamos a decirle al señor que si podíamos entrar por la puerta principal, el señor ya no estaba, a mi se me hizo extraño porque por más rápido que caminara pues se vería a lo lejos pero no, pero en ese entonces no me importaba tanto razonar las cosas si no la aventura y el relajo jajaja así que tome mi lámpara una lámpara muy potente que era de mi abuelo que utilizan en el campo y que alumbra largas distancias, así que la encendí y empezamos a caminar a donde nos había indicado el señor, atravesamos el panteón y nos regresamos a la mitad del panteón exactamente porque ahí se encontraba la tumba entre árboles muy grandes llamados “parotas”, mi amigo Peter se acostó sobre la tumba, tomo un cigarro y empezó a fumar, y todos le dijimos que no lo hiciera que se levantara de ahí pero a el no le importo y siguió acostado, mientras bromeaban mis amigos yo y mi amiga Mary empezamos a echar la luz hacia la parte de atrás del panteón para ver si había alguien porque se decía mucho en el pueblo que por la noche se vaía gente caminar dentro del panteón , y nosotras bien curiosas pues empezamos a revisar, no vimos nada y regresamos, cuando íbamos llegando a la tumba en la que estaban todos no se como la lámpara se mi iba a caer y alumbro hacia arriba de la tumba en la que estábamos y todos volteamos al mismo tiempo y GRITEEEEEEE y gritaron y Salí corriendo como loca de ahí gritando todo el camino y no pare de gritar hasta que llegue al rancho, todos fuimos llegando uno a uno, todos pálidos, otros llorando , no podía creer lo que vimos y les juro que aun me estremezco porque lo que vimos fue algo horrible, era un apersona ahorcada¡¡ con la lengua de fuera¡¡ era un campesino vestido de manta y de guaraches y les juro que todavía tengo el recuerdo de esos ojos en blanco que por Dios¡¡¡ Era una imagen aterradora¡¡¡
El viejito nos estaba esperando en la puerta de la rancho, y nos vio llegar uno a uno, nos repetía “les dije que no era un día bueno” y nos dio un té de hojas de limón con no se que cosa, pero no pudimos dormir esa noche y teníamos un miedo aterrador, dormimos todos juntos en un solo cuarto y escuchábamos voces, escuchábamos ruidos, y los perros ladraron toda la noche hasta que amaneció.
Al otro día, fuimos temprano al panteón y fuimos a la tumba que nos había dicho el señor y no encontramos nada, preguntamos a unas señoras que fueron a dejar flores que si habían visto algo colgado en el árbol y nos dijeron que no, y nosotros con nuestras caras de espanto nos volteábamos a ver unos a otros y las señoras nos dijeron que lo único que se veía en ese árbol era “al colgado” que había sido un señor que lo ahorcaron porque mato a un niño en el pueblo en la época de la revolución y su alma no tenia paz y se aparecía por la noche a la gente que anda sola o borracha. Ese día en el pueblo se escuchaba por todos lados el comentario de que las animas habían andado sueltas y que sus gritos cubrieron todo el pueblo.
Ya no nos reímos, ni nos burlamos de los comentarios que nos hicieron, lo que si les puedo decir, es que lo que vimos era real, a tal grado que a varios de mis amigos les dio diarrea y que a los 2 días nos regresamos a la ciudad y nadie nos creía lo que vimos. Lo que si les puedo decir, es que quizás los gritos que escucharon las gentes del pueblo eran los de nosotros porque al menos yo estuve afónica como 2 semanas que no pude hablar nadaaaaaa¡¡¡ pero el susto nadie nos lo quita.
Realidad, ficción, alucinación, espantos, fantasmas no se que fue eso, pero si les puedo decir, que fue horrible, que sentí mucho miedo, no no era miedo era terror y solo puedo decir, que respeto mucho “ahora” todas las creencias de estas personas y que cuando me dicen algo, se que “es por algo” y jamás nunca vuelvo a ir aun panteón por la noche, claro¡¡¡ hasta que me toque estar ahí verdad jajajaja, pero mientras no¡¡¡
Así Rulo, que no se si fue una alucinación colectiva o que fue, pero mientras lo averiguo, mejor respeto todas esas cuestiones, porque por andar jugando la pasamos bastante mal, y las cosas que vi, no fueron nada gratas y el pánico, el terror y ese miedo a algo totalmente desconocido , es algo que no se lo deseo a nadie.
Así que mejor pórtate bien y no te andes metiendo donde no¡¡ Porque hay cosas que no ves pero si las escuchas y es horrible¡¡¡ y la mente es tan poderosa que la verdad si te hace pensar muchas cosas y te asustas más.
Pero esto me paso y espero que no le pase a nadie más.