El miércoles vino mi hermano a visitarnos lo cual agradecí considerablemente porque ya le extrañaba mucho por cual salimos a comer con los amigos entre platica y platica recordábamos esas cosas que juramos no hacer como nuestros padres. El típico:
“yo no voy hacer como mi padre”
Y unas de las cosas que recordé tristemente porque fue algo que me hizo llorar fue la prepotencia que mi padre tenia hacia las demás personas, eso era algo que aunque niña o joven siempre odie. Juro que cuando veía a mi padre gritar a los empleados de donde íbamos (cualquier lugar) y se tardaban o hacían mal las cosas los gritos de mi padre se escuchaban hasta España¡ y era en realidad muy penoso el ver las caras de los empleados todos apenados y mi padre gritando “llama al gerente” o “llama a tu jefe” era algo que detestaba¡
Siempre me dije que yo no sería así, que jamás lastimaría a las personas de esa forma, pero tristemente me tuve que dar cuenta que en algún momento de mi vida fui igual o peor.
La verdad son de las cosas que en verdad me arrepiento y que he tratado de evitar, precisamente porque no me gustaría que el día de mañana me lo hagan a mi o a alguien de mi familia o a los mismos amigos.
Mil historias escuche de mis amigos como “yo no voy a regañar a mis hijos” “yo si voy a estudiar” “yo no voy hacer macho” “yo si voy a luchar por mi familia” “yo no voy a dejar que un pendejo me golpee” etc.
Lamentablemente caímos en esas actitudes que no solo lastiman a las demás personas sino a nosotros mismos, y fue extraño ver como todos y cada uno de nosotros nos sentíamos al respecto. Mi amigo Álvaro justificaba a mi padre diciendo que “el era así por el nivel que tenia” yo justificaba a la mamá de Ale diciendo que ella “hizo lo que tenia a su alcance para educarlos” y así sucesivamente pero a final de cuenta creo que no existe una universidad para ser padres y que su prepotencia o sus malos manejos pues simplemente son errores de manejo.
Al menos mi padre pues no tenia tiempo suficiente por su trabajo y puedo decir que el manejaba a la familia como a su empresa, porque no sabía como ser un “humano” en realidad muchas veces me hubiera gustado que mi padre hubiera sido más tierno, más comprensivo más humano, pero por una u otra razón que verdaderamente ahora no me importa fue así.
Ahora nos toca a nosotros tratar de ser mejores, de ser más humanos, y creo que poco a poco al menos mi hermano y yo, si hemos roto con esas actitudes que nos lastimaron tanto. Fue loco terminar hablando de estas cuestiones, pero fue interesante darnos cuenta que esas cosas que tanto odiamos terminamos haciéndolas concientemente o inconcientemente esas actitudes que de jóvenes juramos y perjuramos no hacer, terminar haciéndolas vaya¡¡
Lo mejor fue ver lo que cada uno de nosotros hacemos para ya no caer en ello, pero tristemente cuesta muchooooooooooo¡¡
Pero fue gracioso ver nuestros errores y mejor aun las de los demás jajajaja que mala soy verdad? jajaja
Y unas de las cosas que recordé tristemente porque fue algo que me hizo llorar fue la prepotencia que mi padre tenia hacia las demás personas, eso era algo que aunque niña o joven siempre odie. Juro que cuando veía a mi padre gritar a los empleados de donde íbamos (cualquier lugar) y se tardaban o hacían mal las cosas los gritos de mi padre se escuchaban hasta España¡ y era en realidad muy penoso el ver las caras de los empleados todos apenados y mi padre gritando “llama al gerente” o “llama a tu jefe” era algo que detestaba¡
Siempre me dije que yo no sería así, que jamás lastimaría a las personas de esa forma, pero tristemente me tuve que dar cuenta que en algún momento de mi vida fui igual o peor.
La verdad son de las cosas que en verdad me arrepiento y que he tratado de evitar, precisamente porque no me gustaría que el día de mañana me lo hagan a mi o a alguien de mi familia o a los mismos amigos.
Mil historias escuche de mis amigos como “yo no voy a regañar a mis hijos” “yo si voy a estudiar” “yo no voy hacer macho” “yo si voy a luchar por mi familia” “yo no voy a dejar que un pendejo me golpee” etc.
Lamentablemente caímos en esas actitudes que no solo lastiman a las demás personas sino a nosotros mismos, y fue extraño ver como todos y cada uno de nosotros nos sentíamos al respecto. Mi amigo Álvaro justificaba a mi padre diciendo que “el era así por el nivel que tenia” yo justificaba a la mamá de Ale diciendo que ella “hizo lo que tenia a su alcance para educarlos” y así sucesivamente pero a final de cuenta creo que no existe una universidad para ser padres y que su prepotencia o sus malos manejos pues simplemente son errores de manejo.
Al menos mi padre pues no tenia tiempo suficiente por su trabajo y puedo decir que el manejaba a la familia como a su empresa, porque no sabía como ser un “humano” en realidad muchas veces me hubiera gustado que mi padre hubiera sido más tierno, más comprensivo más humano, pero por una u otra razón que verdaderamente ahora no me importa fue así.
Ahora nos toca a nosotros tratar de ser mejores, de ser más humanos, y creo que poco a poco al menos mi hermano y yo, si hemos roto con esas actitudes que nos lastimaron tanto. Fue loco terminar hablando de estas cuestiones, pero fue interesante darnos cuenta que esas cosas que tanto odiamos terminamos haciéndolas concientemente o inconcientemente esas actitudes que de jóvenes juramos y perjuramos no hacer, terminar haciéndolas vaya¡¡
Lo mejor fue ver lo que cada uno de nosotros hacemos para ya no caer en ello, pero tristemente cuesta muchooooooooooo¡¡
Pero fue gracioso ver nuestros errores y mejor aun las de los demás jajajaja que mala soy verdad? jajaja